Chloé (Adele Haenel) y Joseph (Vincent Rottiers) son dos hermanos púberes que fueron abandonados a corta edad por sus padres. Ella no habla, permanece fuera del mundo, no soporta que la toquen y siempre dibuja una casa con cristales de colores que el hermano cree el hogar familiar. Joseph, conocedor de la complejidad del carácter y de las dificultades para comunicarse siempre ha luchado por proteger a su hermana escapando de los centros de acogida para ir en su búsqueda cuando las administraciones pertinentes los separan. La gran ilusión de ambos es encontrar y volver con sus padres, piensa Joseph que así Chloé sanará. Recluidos en uno de los centros la madre contacta con ellos, la terrible revelación que les da, rompe la esperanza de vivir juntos y motiva una huída hacia delante en la que se verán abocados a la dureza y crueldad de la vida en la calle, delinquiendo para sobrevivir. Drama dirigido por Christophe Ruggia en el que refleja las dificultades de adaptación social de jóvenes que han sufrido graves problemas estructurales familiares durante la niñez, los trastornos conductuales que implican, la marginalidad sometida, el agobio permanente fruto de la infelicidad constante. Inmejorable la interpretación de la actriz Adele Haenel.
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