Pesadilla antes de Navidad (1993) *****

Genial, excelente, magistral película de animación musical dirigida por Henry Selick y producida por Tim Burton que nos transporta a un mundo tétrico y gótico en el que la ciudad de Halloween, habitada por los más oscuros y maléficos seres, vampiros, hombres lobos, científicos locos, fantasmas... y liderada por el esquéleto Jack Skellington hastiada de preparar y celebrar siempre la misma fiesta del 31 de octubre, decide dar unas vacaciones a Santa Claus encargándose de la preparación de la Navidad sin ser conscientes de los problemas que acarreará a la humanidad semejante impostura.

La cruz de hierro (1977) ****

La cruz de hierro es una condecoración alemana concedida en tiempos de guerra por actos de valentía o méritos en la conducción de tropas. 1943 la Wehrmacht se encuentra en una posición delicada en la península de Crimea asediada por el avance de las tropas soviéticas. La desmoralización, la indisciplina, la falta de aseo, la pérdida de ideales están instalados en los soldados nazis combatientes en la URSS, únicamente preocupados en sobrevivir al empuje comunista sabedores de participar en una guerra que está perdida. El pelotón del sargento Steiner (James Coburn) combate en primera línea de batalla mediante la guerra de guerrillas. Sam Peckinpah dirige este film en el que denuncia que los horrores y la crueldad de la guerra quien más lo sufre y padece es la tropa, sea del bando que sea y cómo llegado un determinado momento no importa la patria, ni las ideologías sino la supervivencia de uno mismo, mientras el alto mando representado en el capitán Stransky (Maximilian Schell) descendente de militares prusianos y proveniente de la Academia Militar, permanece guarnecido en sus bunkers desde donde imparte órdenes, sin dar la cara en el frente, buscando la imposición de medallas. Película de acción bélica trepidante en la línea de Peckinpanh con continuas y estridentes escenas de guerra que ralentizadas pierden realismo. Magistral Coburn, tipo duro con sus hombres y a la vez condescendiente como un padre conocedor del terror de la guerra. Destacar aunque breve el tratamiento de un tema tan tabú y más en la época del rodaje de la homosexualidad en el ejército.

El desafío de las águilas (1968) ****

Película magistral de acción a raudales dirigida por Brian G. Hutton con final trepidante, en la que abundan tiroteos y explosiones donde los aliados destacan por su pericia y los germanos por su bisoñez. Un alto cargo del ejército estadounidense es aprisionado por los nazis cuando sobrevolaba la región de Baviera para entrevistarse con los soviéticos y organizar la ofensiva final contra Berlín. Es trasladado para los interrogatorios a una fortaleza inexpugnable situada en los Alpes Bávaros cuyo único acceso es un telesférico que parte de un pueblecito de la ladera fuertemente custodiado por los alemanes. El rescate del general antes de que revele los planes es fundamental para el resultado final de la contienda. Para ello el alto mando británico organiza un comando con la élite del ejército en labores de espionaje y contraespionaje dirigido por el mayor Jonathan Smith (excelente Richard Burton) y secundado por el teniente yanqui Morris Schaffer (mediocre Clint Eastwood) y la ayuda de la espía Mary Ure (Mary Ellison). La dureza del clima de alta montaña donde el frío y la nieve son perennes durante el invierno no será la principal traba para liberar al general...

Plan oculto (inside man) (2006) **

Descafeinada película de acción de Spike Lee en la que un comando dirigido por Dalton Russell (Clive Owen) ejecuta el atraco perfecto en la sucursal principal del Manhattan Trust Bank presidido por Arthur Case (Christopher Plummer) quien oculta en la cámara de seguridad central documentación vinculante de los inicios de su banco con una serie de relaciones durante la II Guerra Mundial con los nazis que de ver la luz pública supondrían el desprestigio de su afamada persona y el final de su imperio. Mientras el detective Keith Frezier (Denzel Washington) negocia con los ladrones para poner fin al suceso sin víctimas desconocedor del pasado filonazi del banquero y el capitán de policía John Darius (Willem Dafoe) espera acontecimientos, el sr. Case contrata los servicios de forma paralela de la prestigiosa broker Madeleine White (Jodie Foster) para que realice una oferta difícilmente rechazable a Russell que le salve el trasero... Las distintas tramas que se suceden, negociaciones a dos y tres bandas, enrevesan la película y dificultan su seguimiento pese a lo interesante de la acción. No faltan las críticas de Lee a las desigualdades sociales y a comportamientos racistas en el vocabulario y en el compartamiento cotidiano que por comunes pasan desapercibidos. Brillante y rítmica canción "Chaiyya chaiyya" del indio A.R. Rahman tanto en la apertura como en el cierre del film.

Ladrones de trenes (1973) ****

Notable film del oeste dirigido por Burt Kennedy con espectaculares y bellos rodajes en exteriores y un excelente acompañamiento musical de Dominic Frontiere donde Mrs. Lowe (Ann-Margret), joven y atractiva viuda de un asaltador de trenes que antes de morir desvela el lugar concreto donde encontrar el botín fruto de su última fechoría, contrata y acompaña a Lane (John Wayne) y su cuadrilla encabezada por Jesse (Ben Johnson) y Grady (Rod Taylor), tipos duros y maduros del Oeste que pese a la rudeza de carácter que confiere vivir al margen de la ley, filosofan acerca del futuro que les espera y tratan con la atención y delicadeza propia de un caballero del sur durante la expedición a la señora en un viaje durísimo por las condiciones climatológicas, lluvias torrenciales, tormentas de arena, paso de desfiladeros, sequedad y aridez del desierto para hacer frente a la misión de recuperar el oro que Lowe robó a la Compañía del Ferrocarril y devolverlo a su legítimo dueño a cambio de una recompensa de cincuenta mil dólares y la intención de limpiar el nombre de la familia pensando en su pequeño hijo. Pero no será fácil, una veintena de hombres acecha una vez descubierto el escondite quedarse con el tesoro.

Gremlins (1984) ****

El mogwai, el regalo perfecto que un padre, Randall Peltzer (Hoyt Axton) pueda conceder en Navidad a su hijo, Billy Petlzer (Zach Galligan). La mascota de canto angelical más dulce, cariñosa y bondadosa destinada a la sustitución del perro como principal animal doméstico. Su cuidado y manutención debe ceñirse a tres irrompibles premisas: 1) No exponerlo a los rayos del sol, podría matarlo; 2) Evitar el contacto con el agua y 3) Sobretodo nunca, nunca, nunca alimentarlo después de medianoche porque... mutaría en gremlin, la criatura más horrenda, grosera y maleducada. Con la terrible querencia a la realización de bromas macabras y salvajes gamberradas. Habituado al tabaco y al alcohol, licenciado en depravación y exhibicionimo y con unas malas pulgas aterradoras consigue convertirse inevitablemente por su caradura y sinvergonzonerío en el compañero ideal para una noche de juerga. Ya recuerdo cuando con diez años acudí al estreno del film dirigido por Joe Dante posicionarme al lado de Stripe, su cresta punk y su panda de desalmados viciosillos antes que del ñoño y mojigato Gizmo, por mucho que intentaran disimularlo en la escena final conduciendo el deportivo tenía bien ganada fama de cobardica y llorón, mientras los gremlins representaban el espíritu rebelde que todo niño aspiraba a tener. Veinticinco años después mi pensamiento sigue siendo el mismo. No hay color entre Stripe y Gizmo.

El club de la lucha (1999) *****

El club de la lucha es una organización encabezada por Jack/Tyler Durden (Edward Norton/Brad Pitt) que aglutina a los estratos más bajos de la sociedad, trabajadores con contratos basura, enfermos terminales, criminales, marginados, perdedores que a través de la organización de peleas ilegales tienen la oportunidad de escapar a base de golpes y porrazos de las frustraciones diarias e iniciar un proceso de mejora de la autoestima. El éxito del programa reflejado en el espectacular incremento de socios y en la expansión por las principales ciudades de los EEUU precede a su irremediable conversión en grupo terrorista que fija sus objetivos a través del Programa Mayhem en la eliminación de las grandes empresas multinacionales sostenedoras del sistema capitalista buscando el cambio en las estructuras sociales con espectacular traca final al compás de Where is my mind? Arriesgado mensaje del director David Fincher que le granjeó tras el estreno del film numerosas críticas por el uso y abuso de la violencia gratuita en la mayoría de las escenas. Destacar la gran actuación de Edward Norton y Brad Pitt encajando una vez más perfectamente en el papel de desequilibrados mentales. Norton: The score (un golpe maestro) (2001) o American history X (1998) y Pitt: 12 monos (1995) o Seven (1995).

Halloween: La maldición de Michael Myers (Halloween 6) (1995) **

Sé que no está bien visto, pero me encanta Halloween, sí, es una imposición más del imperialismo yanqui y deberíamos ser fieles a nuestra tradición de la Fiesta de Todos los Santos, pero me fascina la típica imagen del barrio residencial de cualquier ciudad estadounidense con las cadenetas de esqueletos, las luces de colores, los niños disfrazados golpeando las puertas con el truco o trato, las calabazas con formas maléficas, sobre todo las calabazas y cómo no las películas de terror relacionadas con la fiesta. Así que programo La decisión de Sophie para cuando termine coincida con el inicio en Cuatro de la sexta entrega de Halloween titulada La maldición de Michael Myers de Joe Chappelle. La película previsible y con un guión descabellado aunque con una excelente ambientación y escenas de sangre y casquería cercana al gore trata sobre una secta satánica creyente en el poder de las runas, dirigida por el doctor Terence Wynn (Mitch Ryan) quien domina a Michael Myers (George P. Wilbur) al que manda en busca y captura de un recién nacido que encuentra Tommy Doile (Paul Rodd) que vive en la casa de enfrente de la familia Strode que casualmente ha sido la vivienda de Michael hasta que la cabeza le hizo catacrac y le diera por matar a su hermana y a todo el que se le pusiera por delante, usurpación que evidentemente no le sienta nada bien al encaretado. Una vez encontrado el bebé y a punto de realizar el ritual satánico, a Michael le da un tabardillo matando a todos los de la secta, ocasión que aprovechan Tommy y una bellísima Kara Strode (Marianne Hagan) para rescatar y huir con el nene hasta que son alcanzados por la bestia a la que propician un palizón casi mortal, pero que ¡Ohh! Cuando la cámara vuelve a enfocar, está la máscara pero no el cuerpo, presta la situación para la continuación de la saga...

La decisión de Sophie (1982) *****

Adquiero la película con el diario Público y una semana después dispongo a verla. Dirigida por Alan J. Pakula lenta en la acción, lo que no es peyorativo, poco a poco te atrapa con unos inmejorables diálogos y unas brillantísimas interpretaciones de Meryl Streep (Sophie Zawistovski), Oscar a la mejor interpretación y un histriónico Kevin Kline (Nathan Landau), por él adquirí la película desde que me dejó fascinado con el papel de Otto en Un pez llamado Wanda (1988), personaje de ciertas similitudes con Nathan. Diferenciemos dos tramas que van saltando una a otra, la colorista que se desarrolla en Brooklyn años después de concluida la II Guerra Mundial y la gris que acontece en Polonia antes y durante el conflicto bélico y Auswitch. Sophie es una polaca no judía que finalizada la contienda y rescatada del campo de concentración huye del horror, del drama, de la injusticia, de lo macabro de la guerra a Nueva York. Allí conoce a Nathan, poeta singular y lunático que con sus extravagancias incitan a la vida de nuevo a Sophie. Stingo (Peter MacNicol) es un escritor procedente del sur que se instala en la habitación de abajo de la preciosa casa donde mora la pareja, con la que entabla gran amistad, embelesado con el carácter de Nathan y enamorado de la bella Sophie, descubre que todo es una gran mentira que desemboca en una final dramático y cruel. Como anécdota comentar la aparición del parque de atracciones de Conney Island por el que tengo fijación desde que lo vi en la escena final de la película Warriors, los amos de la noche (1979).

Los aristócratas del crimen (1975) ****

Un grupo de élite del gobierno de los EEUU integrado por unos pocos elegidos, la COMTEG, se mueve en las sombras, al margen de la ley y de la moral si es necesario para desarrollar su trabajo y cumplir sus fines. Entre sus principales hombres se encuentran George Hansen (Robert Duvall) y un lisiado Mike Locken (brillantemente interpretado por James Caan). Tipos duros, necesarios para desempeñar este tipo de trabajo, aficionados al alcohol y alguna otra sustancia ilegal (¡Qué carajo pinta la escena del porro! ¿Reivindicación del director?) que tendrán que decidir entre si todo vale o no para conseguir dinero y saldar sus objetivos. Dirigida por Sam Peckinpah que unos años antes rodó Grupo salvaje (1969) sigue en la misma sintonía de brillantes escenas de acción, persecuciones, bombas, secuestros... destacando un combate final entre samurais que desconcierta hasta al propio Locken. Sorprende la cita inicial de cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia evitando problemas de antemano en caso de levantar suspicacias la posible existencia de cuerpos gubernamentales paralelos a la ley...

Murieron con las botas puestas (1941) *****

Leo el No Me Judas Satanás del mes de septiembre que la revista Popular 1 dedica a Errol Flynn y recuerdo cuando niño vi la película de Raoul Walsh en Sesión de tarde quedando en mi recuerdo grabado el dramático final. El resto del metraje lo tenía olvidado. Inicio la búsqueda. La hallo en pocos días. Comienzo a verla y me extraña que sea en blanco y negro. La escena del cerco en la batalla de Little Big Horn la evoco en color. Me informan que el film años ha del estreno sufrió un proceso de coloración, versión que emitiría TV1 aquel sábado o la memoria me juega una mala pasada. No importa. La rimbombante y cómica entrada-presentación de George A. Custer (Errol Flyn) en la academia de West Point engancha a cualquiera. Aunque le vaya costando la expulsión. Durante el curso se convierte en el peor alumno de la historia de la Institución superando a quien hasta entonces portaba tamaño deshonor Ulysses S. Grant (Josehp Crehan), futuro presidente de los EEUU. Su gallardía, montura de caballo y destreza con el sable unido a una fe ciega en sus posibilidades que roza la fanfarria le conceden el favor de la tropa. Su coraje y valor en el campo de batalla contra los sudistas le conducen a un progresivo ascenso que le convierte a la finalización del conflicto en héroe nacional. Su presencia y belleza atrapan a Lili Bacon (Olivia de Havilland) con la que contrae matrimonio. Los tiempos de paz sumen a nuestro hombre de acción en un tedio que le lleva a sumergirse en la bebida añorando hazañas pasadas. El traslado a la frontera con los pieles rojas en Fort Lincoln sube la moral del general, abandona el alcohol, crea y organiza el famoso séptimo de caballería y acuerda amistosamente con el jefe sioux Caballo Loco (Anthony Quinn) respetar las colinas donde descansan sus antepasados. Esta tranquilidad no conviene a comerciantes como Ned Sharp (Arthur Kennedy) inmerso en la venta de armas a los indios, disminuye los beneficios. Argucia una treta con la invención de la aparición de pepitas de oro en los terrenos en que asientan los indios, rompiendo el pacto. La guerra es inminente. La superioridad numérica india palpable. El resultado inevitable. Al general Custer conocer su destino no le impide enfrentarse a él con la caballerosidad y el honor propio del Séptimo. Le espera la gloria. Con las botas puestas.

Presentación

Con este diario pretendo publicar un listado de las películas que vea acompañado de comentarios sin ninguna pretensión crítica o academicista y sí como mero divertimento recordatorio del film visionado. Aunque disfruto del cine lejos estoy de ser un entendido. Ignoro los estrenos de cada semana y mi presencia en salas cinematógraficas es escasa. Mi desconocimiento respecto a la trayectoria de la mayoría de actores, actrices y directores es supino. No sigo ninguna publicación del género, ni programa televisivo o radiofónico. En una partida de trivial especializada en el séptimo arte fracasaría estrepitosamente. Sin embargo y a pesar de lo expuesto me encanta el cine. Intento con la creación de este blog suplir estas carencias...