Un grupo de élite del gobierno de los EEUU integrado por unos pocos elegidos, la COMTEG, se mueve en las sombras, al margen de la ley y de la moral si es necesario para desarrollar su trabajo y cumplir sus fines. Entre sus principales hombres se encuentran George Hansen (Robert Duvall) y un lisiado Mike Locken (brillantemente interpretado por James Caan). Tipos duros, necesarios para desempeñar este tipo de trabajo, aficionados al alcohol y alguna otra sustancia ilegal (¡Qué carajo pinta la escena del porro! ¿Reivindicación del director?) que tendrán que decidir entre si todo vale o no para conseguir dinero y saldar sus objetivos. Dirigida por Sam Peckinpah que unos años antes rodó Grupo salvaje (1969) sigue en la misma sintonía de brillantes escenas de acción, persecuciones, bombas, secuestros... destacando un combate final entre samurais que desconcierta hasta al propio Locken. Sorprende la cita inicial de cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia evitando problemas de antemano en caso de levantar suspicacias la posible existencia de cuerpos gubernamentales paralelos a la ley...
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