sábado, 24 de octubre de 2009

La decisión de Sophie (1982) *****


Adquiero la película con el diario Público y una semana después dispongo a verla. Dirigida por Alan J. Pakula lenta en la acción, lo que no es peyorativo, poco a poco te atrapa con unos inmejorables diálogos y unas brillantísimas interpretaciones de Meryl Streep (Sophie Zawistovski), Oscar a la mejor interpretación y un histriónico Kevin Kline (Nathan Landau), por él adquirí la película desde que me dejó fascinado con el papel de Otto en Un pez llamado Wanda (1988), personaje de ciertas similitudes con Nathan. Diferenciemos dos tramas que van saltando una a otra, la colorista que se desarrolla en Brooklyn años después de concluida la II Guerra Mundial y la gris que acontece en Polonia antes y durante el conflicto bélico y Auswitch. Sophie es una polaca no judía que finalizada la contienda y rescatada del campo de concentración huye del horror, del drama, de la injusticia, de lo macabro de la guerra a Nueva York. Allí conoce a Nathan, poeta singular y lunático que con sus extravagancias incitan a la vida de nuevo a Sophie. Stingo (Peter MacNicol) es un escritor procedente del sur que se instala en la habitación de abajo de la preciosa casa donde mora la pareja, con la que entabla gran amistad, embelesado con el carácter de Nathan y enamorado de la bella Sophie, descubre que todo es una gran mentira que desemboca en una final dramático y cruel. Como anécdota comentar la aparición del parque de atracciones de Conney Island por el que tengo fijación desde que lo vi en la escena final de la película Warriors, los amos de la noche (1979).

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