sábado, 24 de octubre de 2009

Halloween: La maldición de Michael Myers (Halloween 6) (1995) **


Sé que no está bien visto, pero me encanta Halloween, sí, es una imposición más del imperialismo yanqui y deberíamos ser fieles a nuestra tradición de la Fiesta de Todos los Santos, pero me fascina la típica imagen del barrio residencial de cualquier ciudad estadounidense con las cadenetas de esqueletos, las luces de colores, los niños disfrazados golpeando las puertas con el truco o trato, las calabazas con formas maléficas, sobre todo las calabazas y cómo no las películas de terror relacionadas con la fiesta. Así que programo La decisión de Sophie para cuando termine coincida con el inicio en Cuatro de la sexta entrega de Halloween titulada La maldición de Michael Myers de Joe Chappelle. La película previsible y con un guión descabellado aunque con una excelente ambientación y escenas de sangre y casquería cercana al gore trata sobre una secta satánica creyente en el poder de las runas, dirigida por el doctor Terence Wynn (Mitch Ryan) quien domina a Michael Myers (George P. Wilbur) al que manda en busca y captura de un recién nacido que encuentra Tommy Doile (Paul Rodd) que vive en la casa de enfrente de la familia Strode que casualmente ha sido la vivienda de Michael hasta que la cabeza le hizo catacrac y le diera por matar a su hermana y a todo el que se le pusiera por delante, usurpación que evidentemente no le sienta nada bien al encaretado. Una vez encontrado el bebé y a punto de realizar el ritual satánico, a Michael le da un tabardillo matando a todos los de la secta, ocasión que aprovechan Tommy y una bellísima Kara Strode (Marianne Hagan) para rescatar y huir con el nene hasta que son alcanzados por la bestia a la que propician un palizón casi mortal, pero que ¡Ohh! Cuando la cámara vuelve a enfocar, está la máscara pero no el cuerpo, presta la situación para la continuación de la saga...

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