Una de mis películas favoritas de la adolescencia y de todos los tiempos. Por momentos cine bélico, por momentos de aventuras y con una buena dosis de humor y un ritmo trepidante, lo convierten en una pequeña joya rodada por Brian G. Hutton (El desafío de las aguilas, 1968). Con un soberbio duelo interpretativo entre Clint Eastwood (Kelly) y un inconmensurable Donald Sutherland (Oddball) y con Telly Savalas (Big Joe) como testigo y una acertada elección de secundarios cuenta la historia de un cansado y desilusionado pelotón de soldados del ejército estadounidense que tras el desembarco en Omaha y la captura de un oficial del ejército nazi consiguen la información que en el banco del pequeño pueblo de Clermont, en el departamento de Nancy, guardan los alemanes catorce mil lingotes de oro que traducido resulta dieciseis millones de dólares y solamente protegido por tres tanques tiger y una pequeña guarnición de soldados. El problema radica que para llegar hasta allí hay que traspasar unos treinta kilómetros al interior de la línea enemiga, pero Kelly tiene previsto como sortear los peligros.
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