Película de acción dirigida por Don Siegel en la que no falta ninguno de los tópicos del género, tiroteos, persecuciones y explosiones. Hombres duros y rudos, ante los que las mujeres caen rendidas sin miramiento, en una visión machista de la sociedad. Sin embargo, la originalidad del guión y la destreza del director, así como el buen hacer de los actores, destacando Walter Matthau en un registro lejano a sus papeles de comediante habitual, mantienen el vilo hasta el final. Charley Varrick (Walter Matthau) lidera una banda de delincuentes que asalta un pequeño banco de la localidad de Las Tres Cruces (Nuevo México). Inesperadamente el botín, más de setecientos cincuenta mil dólares, asciende a una cantidad muy superior a la esperada para la categoría de la población y de la sucursal. La mafia utiliza esta entidad para el blanqueo de dinero sin que este dato lo conocieran los atracadores. A la presión policial se le suma las investigaciones de la mafia que para recuperar el dinero envía a uno de sus mejores hombres Molly (Joe Don Baker) que no tendrá miramientos para realizar su cometido, pero Charley Varrick es un tipo inteligente que utilizará todos sus recursos para engañar a la policia y a la mafia.
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