Un crucero por el Mediterráneo con destino la India es el regalo de séptimo aniversario de boda de Nigel (Hugh Grant) y Fiona (Kristin Scott Thomas). Matrimonio avenido a los típicos convencionalismos y formalismos de la burguesía británica y en el que el conformismo y lo rutinario conforman el orden del día de una pareja que pese a su juventud huele a rancio por vestimenta y comportamiento. La irrupción en escena de la parisina, voluptuosa y sensual Mimi (Kristin Scott Thomas) tras previo tórrido baile y de su disminuido marido Oscar (Peter Coyote), estadounidense con pretensiones de escritor afincado a la ribera del Sena, con sus liberales, explosivas y en ocasiones aberrantes historias de su vida y sexo, en las antípodas del conformismo de los cónyuges ingleses, atraen por osadas a Oscar, pese a lo escandalizante del relato acudirá presto a su cita diaria, preso del irracional deseo de posesión y de la irresistible atracción que Mimi profesa en él. Película dirigida por Roman Polanski en la que da rienda suelta a sus más bajos instintos, en su estreno se vio envuelta en la polémica por su contenido sexual escabroso y a pesar del paso del tiempo determinados aspectos relacionados con el sexo siguen considerándose tabú. Otros como el del desmayo de la señora al final del metraje por la escena que contempla en el baile de fin de año, causan irrisoriedad por aceptados y comunes. Excelente la interpretación de los cuatro actores en sus respectivos estereotipos. A destacar la explosividad y belleza de Mimi y la banda sonora de Vangelis.
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