El 21 de mayo de 1962 el transatlántico de bandera italiana Antonia Graza pierde contacto de manera extraña con tierra en las inmediaciones de la costa del Labrador. Nunca más se supo de sus seiscientos pasajeros y sus quinientos tripulantes. Cuarenta años después, el capitán Sean Murphy (Gabriel Byrne) y su equipo de rescate encabezado por Maureen Epps (Julianna Margulies), reciben la proposición de Jack Ferriman (Desmond Harrington) de dirigirse al estrecho de Bering a bordo del Warrior Artic donde ha sido localizado un buque de grandes dimensiones a la deriva. Según las leyes internacionales marítimas quien lo encuentre será su propietario. Una jugosa oferta difícilmente rechazable que se convierte en decisión errónea cuando una vez a bordo comienzan a sucederse extraños acontecimientos. Steve Beck dirige este brillante film de intriga en el que los créditos en tono rosa y la elegante y lujosa ambientación del barco durante el baile, la producción de Robert Zemeckis y la calificación de mayores de trece años, confunden al espectador si se trata de una película fantasiosa para niños o una trama de terror e intriga para adultos con unos efectos especiales que en ocasiones rayan lo grotesco.
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